BegurLa Población de Begur se encuentra en la provincia de Girona, a 45 kilómetros al este del Aeropuerto de Girona y a 142 kilómetros del de Barcelona.
Esta localidad, en lo alto de una colina cuenta con una población de 4.000 habitantes llegando a multiplicarse por diez en verano.
Begur goza de un clima suave propio del mediterráneo, con unas temperaturas medias en verano de 26 grados y con más de 200 días de sol durante el año.
Al suroeste del pueblo se encuentra la Playa de Illa Roja, precedida por una isla rocosa de color rojizo que da nombre a la cala.
Hacia el norte del pueblo encontramos la Playa de Sa Riera, una de las playas más grandes de Begur que aún mantiene su carácter tradicional pues conserva junto al mar, antiguas casas de pescadores.
Al este un descubrimiento insospechado: La Cala de Sa Tuna, que ofrece un maravilloso entorno natural de aguas limpias y transparentes y una amplia oferta de servicios para los visitantes.
Al sur nos encontramos con las calas de Fornells. Destacan su elegante puerto deportivo y su núcleo de calas rodeadas por aguas muy claras, ideales para zambullirse y disfrutar del fondo marino.
Al sur de Fornells se encuentra la playa de Aiguablava, ubicada en un enclave geográfico muy privilegiado por sus aguas cristalinas de poca profundidad y su pequeña playa de arena fina.
A su alrededor observamos un entorno casi virgen, apenas urbanizado. Desde sus orillas se puede contemplar el majestuoso acantilado que es el Cabo de Begur.
El centro urbano de Begur precedido por la silueta del castillo medieval, nos deleita con sus estrechos callejones que salen desde la plaza de la iglesia y nos llevan a contemplar un trazado y un perfil urbano que atestigua el paso de indianos, navegantes, coraleros y pescadores.
La actividad de este pueblo pequeño y de costumbres marcadas, se hace evidente durante el verano con una gran oferta de mercadillos, actividades lúdicas y actos culturales.
La visita a esta impecable villa marinera no sería lo mismo sin subir al Castillo desde donde se divisa a lo lejos las Islas Medas y el Golfo de Roses, así como todo el entorno paisajístico que rodea a Begur.
Las noches de verano invitan al visitante a recorrer sus calles y a mezclarse con la calidez de sus gentes, donde compartir danzas tradicionales y descubrir su historia.