Son cada vez más las ciudades que implementan una tasa turística en las áreas más demandadas por los turistas. Un tipo de impuesto al viajero que, a pesar de su finalidad de mejora y promoción de los servicios y oferta turística en las ciudades, no está exenta de polémica.
Hasta el momento y en España, solo Baleares y Cataluña cobran el impuesto turístico.
La ecotasa es el impuesto de turismo sostenible en Baleares cuya recaudación se destina a proyectos de turismo sostenible. Con el impuesto turístico en Cataluña se fomenta el turismo en la comunidad catalana.
San Sebastián anuncia una tasa turística
El Gobierno de San Sebastián plantea sumarse a este impuesto y cobrar a los turistas por pernoctar en la ciudad, y lo manifiesta justo en pleno verano cuando el índice de turismo en San Sebastián bate su récord de afluencia.
Atendiendo a los datos globales de turismo del pasado año 2016, solo en Guipúzcoa se registraron 2.179.877 pernoctaciones. En el caso de que se cobrara una tasa al supuesto módico precio de 1€, Guipúzcoa recaudaría más de 2.000.000 de euros que la administración local destinará al desarrollo de un turismo equilibrado, sostenible y de calidad.
Sevilla se plantea cobrar la tasa turística
Y mientras en San Sebastián, el Plan Director 2017-2021 aprobado el pasado lunes 17 de julio ya es una realidad, empiezan los primeros diálogos en Sevilla. En este caso, se trata de la asociación Sevilla Congress and Convention Bureau, formada por instituciones y empresas.Los empresarios del sector turístico de Sevilla quieren seguir el modelo de Baleares y Cataluña, y aunque solo sea a nivel empresarial, ya se está elaborando un plan que recoge los pros y los contras de la aplicación de la tasa turística, e ir abriendo el camino a lo que podría ser la aprobación de este impuesto. En el balance presentado por el delegado de turismo, Sevilla cerró el año 2016 con un volumen de 4,9 millones de pernoctaciones. La mayor parte de los turistas extranjeros proceden de Italia, Francia y Estados Unidos, y dicho sea de paso en todos estos países ya se aplica de hace tiempo el impuesto turístico.
Pros y contras de la tasa turística
A partir de esta medida nos encontramos con ventajas e inconvenientes. Si bien todo impuesto proporciona una enorme fortaleza económica, la aplicación del cobro de la tasa turística es una buena forma de optimizar todos los servicios que de una manera u otra repercutan en la actividad del turista. Teóricamente y si el dinero es correctamente administrado, es un buen plan.
En Ibiza y gracias a esta recaudación del impuesto de turismo sostenible, se ha financiado gran parte de un proyecto hídrico que conecta la desaladora de Santa Eulária con la red en alta de Ibiza. El coste total es de 2.629.055,72 euros, de los cuales 1.939.287,16 euros se han financiado con la recaudación del impuesto turístico sostenible.
En Barcelona por ejemplo se han destinado 5.000.000 de euros a descongestionar las zonas céntricas y de mayor concentración turística, mejorando infraestructuras y servicios de transporte que conectan con otros barrios menos céntricos. De esta manera los turistas se desplazan a otras zonas de la ciudad condal, generando gastos también en otros barrios y potenciando el desarrollo de otras áreas menos masificadas de Barcelona.
Igualmente en Cataluña se han financiado campañas de enoturismo, planes de turismo de Cataluña, así como vender la marca Val d´Arán y su respectiva promoción como turismo de montaña.
Un gasto más por persona y por día de alojamiento. A la hora de hacer números, hay que tener en cuenta esta tasa, porque a pesar de ser equivalente a una pequeña propina, le resta al turista parte de su presupuesto que podría destinar a otras actividades durante sus vacaciones.
El debate está servido...