Comer y viajar son dos grandes placeres que suelen ir de la mano. Si estás planeando tu primera escapada a Extremadura y eres de los que disfrutan probando platos típicos cuando viaja, este artículo te va a venir muy bien.
A continuación, comparto una selección de algunos de los platos más típicos o de algún modo representativos de la gastronomía extremeña. Si luego necesitas más sugerencias sobre platos extremeños puedes hechar un vistazo a nuestro itinerario por la gastronomía de Extremadura.
¡Buen provecho!
Embutidos ibéricos
Si hay algo que nunca falta en las casas extremeñas es el típico plato de los embutidos y quesos, ese que sacamos a la mesa después del plato principal por si alguien se ha quedado con hambre. Es nuestro «¿te frío un huevo?» particular.
Un buen surtido de ibéricos con su jamón, su salchichón, su lomo y su chorizo rojo o blanco es la mejor forma de comenzar una comida o cena. También es una opción ideal para compartir con amigos en una terracita disfrutando de vino de la tierra. El morcón es otro embutido similar al chorizo, aunque con mucha menos grasa, que también te recomiendo probar.
Patatera
No hay un embutido más autóctono de Extremadura que la patatera. Seguramente oirás llamarla «morcilla patatera», pero en realidad no es una morcilla, ya que no contiene sangre de cerdo. Se elabora con una mezcla de grasa de cerdo, patata, pimentón de la Vera, ajo y sal. Normalmente se sirve como entrante o tapa y tiene una textura blanda, por lo que se puede untar fácilmente. Es típica de la provincia de Cáceres y se acompaña muy bien con un vino de pitarra.
Ensalada de invierno
Si visitas la zona del Valle del Jerte, además de trucha, recomiendo probar la ensalada de invierno. Originaria de la localidad de Tornavacas, es un entrante colorido y de sabor intenso y particular. Se prepara con naranjas en rodajas, cebolla y aceitunas negras y se aliña con aceite de oliva, sal y vinagre. Simple y deliciosa.
Cachuela
El cerdo es una fuente inagotable de productos y platos en Extremadura. En la provincia de Badajoz tenemos la cachuela (también llamada caldillo o manteca colorá), una especie de paté elaborado con hígado de cerdo, manteca de cerdo, ajo, pimentón y otras especias. Se unta en tostadas y se toma para desayunar. Lo sé, solo pensar en desayunar esto te está subiendo el colesterol ahora mismo.
Carne de cerdo ibérico (secreto, pluma, solomillo)
En al menos una ocasión durante tu viaje, pide carne de cerdo ibérico como plato principal. Entre los distintos cortes que puedes elegir están el solomillo, el secreto y la pluma. Podrás pedir un solomillo ibérico con salsa de vino tinto, boletus o torta de La Serena en muchísimos restaurantes de cocina extremeña. El secreto es un corte triangular con vetas blancas de grasa y la pluma es un corte muy jugoso. Tanto uno como otro son muy sabrosos a la brasa.
Chanfaina
Los platos que llevan vísceras de animales no son para todo el mundo, así que prueba la chanfaina solo si te gusta la casquería. Este plato de origen humilde se prepara con vísceras de cordero (hígado, riñones, sangre…) cocidas, vino blanco, laurel, guindilla, ajo y especias. En la localidad pacense de Fuente de Cantos tienen incluso una fiesta dedicada a la chanfaina.
Migas
Otro plato humilde contundente e invernal son las migas. En Extremadura las puedes probar de muchas formas, desde las migas blancas (solo pan) más propias de la provincia de Badajoz a las trujillanas, con pimiento rojo y pimentón. Cuanto más al norte viajes, más elaboradas son las migas. Por ejemplo, en la zona de la Vera, las migas pueden llevar también patata, chorizo e incluso panceta.
Criadillas
Las criadillas son un tipo de hongo hipogeo (crece bajo tierra) que aparece solo en ciertas zonas de Extremadura. Encontrarlas requiere mucha práctica, ya que hay que conocer bien el terreno y no es fácil deducir dónde están. Dada su escasez, es un producto muy apreciado y de precio elevado. Las criadillas tienen un color blanquecino y un sabor intenso. Normalmente se utilizan en revueltos.
Caldereta extremeña
El cordero extremeño es de muy buena calidad y lo puedes probar en caldereta, uno de los platos más típicos. Es un guiso de carne e hígado de cordero (también se hace con cabrito) a fuego lento con vino, pimiento, ajos, pimentón de la Vera y otras especias que suele servirse con patatas.
Perdices al modo de Alcántara
En la zona oeste de Extremadura son típicos los platos de carne de caza como el venado, el jabalí, el conejo o la codorniz. Si pasas por Alcántara no olvides pedir perdices, una de las grandes especialidades locales. El plato es muy elaborado y consiste en perdices rellenas de paté de hígado casero, trufas previamente cocidas en vino de Oporto y hierbas aromáticas.
Cochifrito
Otro de los platos clásicos extremeños es el cochinillo frito, o cochifrito. El cochinillo se corta en trozos y se cuece ligeramente con vino blanco. Luego se fríe con ajos y laurel. El resultado es una carne muy sabrosa, con una textura jugosa por dentro y muy crujiente por fuera. Lo puedes probar en prácticamente cualquier rincón de Extremadura.
Técula mécula
Este postre de nombre rítmico y esdrújulo proviene de Olivenza, una localidad al sur de Badajoz y muy cerca de la frontera con Portugal. Cuentan que la receta se encontró en el baúl de una señora local hace más de cien años y lleva hojaldre, yema de huevo, azúcar, almendras y manteca de cerdo, aunque no se conocen con exactitud todos los ingredientes. Es muy, muy dulce, así que te aconsejo que hagas hueco en el estómago después del primer plato.
Y para finalizar, disfruta de un buen chupito del tradicional licor de bellota.