Hemos recorrido toda España buscando las fiestas más singulares e inusuales del país. Desde batallas con tomates, vino o harina, hasta bailes de esqueletos o altas torres humanas. ¿Puede haber algo mejor? La imaginación, el misterio y las ganas de pasárselo en grande han resultado en celebraciones de lo más variopintas en las que nunca falta la diversión, ¿te apuntas?
1. La Vijanera en Silió (Molledo), Cantabria
Empezamos nuestra original lista con el primer carnaval del año de Europa: La Vijanera que se celebra en Cantabria el primer domingo de cada año. Aquí, los extravagantes “zarramacos” aparecen vestidos con pieles de vivos colores, grandes campanas y sombreros puntiagudos.
Cada zarramaco cumple una función específica y, juntos, recorren todo el pueblo de Silió ahuyentando a los malos espíritus. Después de leer “Las Coplas”, en las que se hace una crítica satírica del año que termina, se continúa con la caza del oso para simbolizar la victoria del bien sobre el mal y atraer la buena suerte al año que comienza. Una fiesta que lo tiene todo: diversión, superstición y mucha cultura.
2. Las Fallas de Valencia
Las Fallas se celebran cada año a mediados del mes de marzo en Valencia y son un verdadero espectáculo de humor, fuego y pólvora. Durante todo el año, las asociaciones falleras construyen grandes estatuas de cartón con las que critican al mundo de la política, a los personajes famosos y a diferentes sucesos de la actualidad.
Estas estatuas, que pueden superar los 20 metros de altura, se sitúan por toda la ciudad de Valencia para que podamos apreciar su belleza, hasta que en la noche del 19 al 20 de marzo se queman todas salvo la elegida por votación popular para ser la ganadora. Si te interesan las fallas y quieres descubrir más consejos prácticos para disfrutar de estas fiestas al máximo, descubre nuestra guía sobre las fallas de Valencia.
3. La Fiesta de Santa Marta de Ribarteme en As Neves, Pontevedra
¿Te atreverías a desfilar dentro de un ataúd con la ropa que llevarías el día de tu funeral? El periódico The Guardian considera esta fiesta de San Xosé de Ribarteme como la segunda más extraña del mundo, ya que sus protagonistas son ataúdes… ¡Con gente viva en su interior! Se trata de personas que padecían una enfermedad y se han ofrecido a desfilar dentro de ataúdes si la virgen los cura.
En esta fúnebre celebración, son los familiares los que cargan con los ataúdes para agradecer a la virgen su milagro y poder cargar el peso de gente viva. Además de este rarísimo desfile y diversos actos religiosos, durante la romería de Santa Marta disfrutaremos de la música en directo de diversas orquestas, muy típicas en las fiestas gallegas durante el verano.
4. La Tomatina en Buñol, Valencia
El último miércoles de cada mes de agosto se celebra una de las fiestas más divertidas y refrescantes del verano en España. El pueblo de Buñol se convierte en el escenario de una particular batalla, en la que se llegan a utilizar 140 toneladas de tomates.
En 2012, alrededor de 50.000 personas quisieron participar en La Tomatina, por lo que, dada esta gran afluencia de personas, ahora es obligatorio comprar entradas con antelación. Debido a la gran demanda, puede ser complicado encontrar alojamiento, por lo que te recomendamos echar un vistazo a los mejores alquileres vacacionales en la Comunidad Valenciana.
5. Concurs de Castells en Tarragona
En Tarragona se celebra todos los años el espectáculo de Torres Humanas más grande del mundo. A principios de octubre y durante dos días de competición, se construyen estos Castell de vértigo, que llegan a alcanzar los 10 metros de altura, sin ayuda de ningún soporte, nada más que la fuerza y el trabajo en equipo.
Los Castells han sido declarados como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, por lo que, su visita es obligatoria. Si no puedes acudir a la cita en Tarragona, consulta el programa de actividades de las principales celebraciones en Cataluña. Durante la Mercé, Sant Jordi o La Diada, nunca suelen faltar estas Torres Humanas, por lo que no pierdas la oportunidad y encuentra el mejor alojamiento de vacaciones en Cataluña.
6. Batalla del Vino de Haro, La Rioja
El vino Rioja es uno de los más conocidos de España y, como no podía ser de otra manera, en La Rioja tiene lugar una peculiar fiesta: ¡la Batalla del Vino!
Dicen que un 29 de junio, durante una romería hacia la ermita de Los Riscos de Bibilio, un aldeano decidió refrescar a un compañero suyo, vertiendo sobre él el vino que llevaba en su bota. Les debió parecer divertido, porque hoy en día, la fiesta ha crecido tanto que cada año se utilizan hasta 130.000 litros de vino, que atraen a más y más gente.
7. El Cascamorras en Guadix y Baza, Granada
Esta es, sin duda, una de las fiestas con origen más gracioso de España. El Cascamorras es un bufón vestido de vivos colores y proveniente de la localidad de Guadix. Cada 6 de septiembre se acerca hasta el pueblo de Baza para intentar robar la imagen de la Virgen de la Piedad. Sin embargo, todos los vecinos se lo impiden, arrojándole pintura negra y persiguiéndolo por todas las calles del pueblo.
El día 9, el Cascamorras regresa a Guadix con las manos vacías, lo que hará que los habitantes se enfaden y lo vuelvan a manchar y perseguir. Esta fiesta, de más de cinco siglos de historia, es de las más divertidas que existen, ya que consiste en una persecución del Cascamorras por todas las calles de los pueblos mientras intenta hacerse con la virgen sin mancharse.
8. Fiesta de los Enharinados en Ibi, Alicante
Cada 28 de diciembre los Enfarinats imponen su particular justicia en la principal plaza de Ibi (Alicante) a través de una original batalla de harina, huevos y verduras. Estos divertidos personajes se hacen con el poder del pueblo y se dedican a cobrar impuestos, que después serán donados a organizaciones benéficas. Todo aquel que se niegue a pagar, será objetivo de sus bombas de harina.
A la hora de comer se produce el alto al fuego, para poder disfrutar de la gastronomía local tranquilamente y luego continúan los bailes y las batallas con más kilos de harina y pólvora. Los Enharinados es una de las fiestas más divertidas de España, repleta de folclore, música, harina y diversión.
9. La Fiesta de la Filoxera en el Penedés, Cataluña
Durante la noche del 7 de septiembre, gigantes y cabezudos bailan tranquilamente en Sant Sadurní d´Anoia, mientras enormes filoxeras se cuelan por las calles del pueblo. El día 8 se produce el ataque de las filoxeras y los espectaculares pasacalles de fuego, chispas y música simbolizan su desaparición.
La Fiesta de la Filoxera es una divertida forma de entender lo que supuso esta plaga de finales del siglo XX para el cultivo del cava. Si te entra curiosidad y te apetece conocer más en profundidad los secretos del cava, te recomendamos perderte por nuestra ruta del cava por el Penedés Catalán.
10. La Tamborrada en San Sebastián
La madrugada de cada 20 de enero comienza en San Sebastián uno de los festivales más ruidosos y entretenidos de todo el país: La Tamborrada. Se trata de una fiesta que congrega a más de 15.000 personas, armadas con sus tambores y unas ganas enormes de pasárselo en grande.
Esta celebración se remonta a la ocupación napoleónica de la ciudad, cuando las mujeres hacían tocar los tambores a modo de burla de los franceses. Por eso, hoy en día la Tamborrada simboliza la unión de los habitantes y realza la identidad vasca. Las sociedades culinarias han tenido un papel muy importante en la promoción de esta fiesta, por lo que, como ves en la imagen, muchas personas van vestidas de cocineros o con ropa tradicional vasca.
11. Baixada dels Raiers en Coll de Nargó, Lleida
¿Te imaginas surcar los ríos sobre balsas de madera? En Cataluña esta era una actividad normal hasta el siglo pasado. Los Raiers transportaban así la madera de los Pirineos hasta alcanzar el mar y cada tercer sábado de agosto podremos verlos en directo.
Vestidos con ropa de época, los habitantes de Coll de Nargó recuerdan este oficio recorriendo un tramo del río Segre, enfrentándose a las corrientes, piedras y demás peligros del río. La fiesta termina con una comida popular en la que disfrutar de la riquísima gastronomía local.
12. La Danza de la Muerte en Verges, Girona
En Verges viven el Jueves Santo de una manera particular y un tanto macabra, haciendo desfilar y bailar a cinco esqueletos al son de los tambores. Se trata de la Danza de la Muerte, un espectáculo teatral que forma parte de la Procesión de Verges y que tiene lugar todos los Jueves Santo.
La Danza de la Muerte es un baile espeluznante en la que los 5 esqueletos se colocan en cruz y recorren las calles del pueblo iluminados únicamente por la tétrica luz de las antorchas. Una experiencia única, que seguro te deja con los pelos de punta. Verges se encuentra muy cerca de la Costa Brava, así que, durante tu visita, te recomendamos alojarte en alguna casa de vacaciones en la Costa Brava para que puedas descubrir las maravillas de la zona.
13. Nochevieja en agosto en Berchules, Granada
Que en España nunca falta la fiesta es algo de sobra conocido y si hay que repetir la fiesta, se repite. Esta debe ser la filosofía del pueblo granadino de Berchules, porque cada primer sábado de agosto deciden repetir la Nochevieja.
En 1994, los habitantes de Berchules no pudieron tomarse las tradicionales uvas de la buena suerte, debido a un error en la retransmisión de las campanadas. Por eso, decidieron celebrar la llegada del nuevo año en agosto. La idea gustó tanto que la fiesta no ha dejado de crecer y, actualmente, atrae a más de 10.000 personas todos los años, que se acercan para disfrutar de los polvorones, las uvas y litros de anís durante el calor del verano. La Nochevieja se disfruta mucho más con el calor del verano, y más aún si nos alojamos cerca de la playa o en alguna casa de vacaciones en Granada con piscina y las mejores vistas.
14. El "Salto del Colacho" - Castrillo de Murcia, Burgos
El "Salto del Colacho" es una tradición que se celebra cada mes de junio en Castrillo de Murcia, un pequeño pueblo de la provincia de Burgos. La fiesta, que data de 1621, combina elementos cristianos y paganos y celebra la victoria del bien sobre el mal.
El evento gira en torno a un espectáculo curioso y espectacular, probablemente no apto para padres aprensivos. Todo empieza con una procesión, tras la cual un pastor bendice a los niños nacidos durante el año anterior. Los pequeños se colocan sobre almohadas dispuestas delante de pequeños altares adornados con flores.
En ese momento el colacho adquiere todo el protagonismo: un hombre, vestido de rojo y amarillo, representando al diablo; corre por las calles del pueblo, golpeando a los asistentes con un látigo, mientras que el público lo ataca con sus burlas e insultos. Una vez que llega a la zona donde se colocan los cojines y los niños, el colacho salta sobre ellos para disipar los malos espíritus y brindar protección y salud a los bebés. Al final de la ceremonia, los niños son rociados con flores antes de regresar a los brazos de sus padres. Después, la fiesta comienza con bailes y vino.
¿Te gustaría vivir una experiencia diferente? Por toda la geografía española encontramos curiosidades y celebraciones superextrañas, en las que nunca falta la música, buena comida y la diversión. Si quieres conocer la idiosincrasia española de una manera original, estos son las 13 fiestas españolas que no te puedes perder.