Torrevigía es una pequeña playa situada entre la playa de Arroyo de la Miel y la de Torrequebrada, rodeada de edificios y buenos restaurantes se ha convertido año tras año en una de las playas más solicitadas de Benalmádena.
Playa de Torrevigía
El acceso a pie es fácil, sin complicaciones y su céntrica ubicación hace que sea una de las playas más visitadas y concurridas no solo por familias locales, si no por turistas que llegan desde todas partes del globo para pasar aquí sus ansiadas vacaciones.
El famoso Casino de Torrequebrada, cobija a está pequeña playa que mide 200 metros de largo y 45 metros de ancho, así que no te queda otra que llegar temprano para pode elegir el mejor sitio.
Su fondo es rocoso, pero se le perdona por su agua cristalina y turquesa, haciendo las delicias de los amantes del buceo, pasando el día espiando como viven cangrejos, crustáceos, erizos de mar y multitud de peces.
El pescado aquí es abundante, así que no te extrañes ver a multitud de agolpados pescadores llenando sus cubos de saltarines pescados salvajes, frescos y sabrosos. Para acabar el día puedes visitar el acuario Sea Life en el puerto de Benalmádena, realmente impresionante.
Como curiosidad la playa de Torrevigia prácticamente no existía hace 20 años, sobre los años 90 se amplio esta parte de la costa naciendo así la playa de Torrevigía.
Servicios
A pesar de que la playa es pequeña ofrece a los bañistas una variada oferta de servicios e instalaciones, como hámacas, sombrillas, duchas, papeleras, además de ser una playa muy limpia con acceso al paseo marítimo (lo que facilita el acceso de las personas con discapacidad).
Una de las ventajas por las que muchos se decantan por esta playa, son sus restaurantes y beach bar.Ofrecen unas vistas maravillosas de la playa y el mar, eso sí, se recomienda reservar. Los precios son un poco más altos que en otros chiringuitos, pero nada exagerado, por ejemplo, un tartar de atún te puede salir por unos 7,5 €, un entrecot a la parrilla unos 16 € y una plato de pecaito frito unos 9 €.
El bar Salitos es precioso, lo encontraras si caminas desde el Sunset Beach Hotel a la playa. Las vistas y su decoración blanquecina decorada con suaves sábanas nos protegen del sol y te transportan a nuestra vecina África. El servicio es agradable, las vistas impresionantes, especialmente al atardecer, cuando el cielo cambia de color dando la bienvenida a la noche con un bonito color rosado, sus mesas mientras tanto, se van llenando de velas a la espera de sus irresistibles piñas coladas.
En la playa existe bar-chiringuito conocido como Luna Beach, por la mañana sirven bocadillos, sándwiches y ensaladas, por la tarde se especializa en carnes a la brasa. Os aseguro que se llena todos los días y sus precios están acordes con la calidad, ensaladas 12 €, lasaña de ternera 11,50 €, pastel de chocolate 6 €. A menudo cuando cae la noche organizan música en vivo.
Imaginad después de un largo día de playa, sentarte en su terraza con tu bebida favorita, el mar de fondo y una cálida iluminación para disfrutar de una luna llena, que mejor entorno para un sueño de verano.
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