“Asturias: Paraíso Natural”. Estas tres palabras no podrían encapsular mejor la belleza que desprende Asturias. Se trata de un verdadero edén repleto de parques naturales, playas paradisíacas, puertos de esquí y pequeños pueblos marineros llenos de encanto a lo largo de toda su costa. Precisamente son estos últimos los que mejor muestran la estrecha relación de Asturias con el mar que la rodea y, por eso hoy queremos llevarte de ruta por los mejores pueblos de la Costa Verde asturiana.
Cudillero
Imagínate un lugar al lado del mar, rodeado de acantilados con largas playas y con casas de colores que se agolpan unas encima de otras sobre una ladera que desemboca al mar. Eso es Cudillero, el pueblo marinero más conocido y visitado de Asturias.
Cudillero es un sinfín de callejuelas que empiezan y acaban siempre en el puerto pesquero, donde nos esperan las terrazas de los restaurantes con pescado y marisco fresco procedente del Cantábrico. Cudillero es sinónimo de tranquilidad, buena comida y frescor del mar por lo que nunca puede faltar en tu itinerario por Asturias.
Castropol
Asturias tiene muchas cunas y una de ellas no podría ser otra que Castropol. Este pequeño pueblo pesquero se encuentra en una posición privilegiada, en las alturas, rodeado por la ría que conforma el río Eo, que divide Galicia y Asturias.
La mayor parte de los monumentos de este pequeño pueblo se remontan al siglo XVI-XVII y al pasear por sus calles podremos contemplar un cielo violeta durante el amanecer y el atardecer que es, sin duda, inefable. También, muy próximo a Castropol, y ya en Galicia, merece la pena visitar la increíble Playa de las Catedrales.
Lastres
Ubicado en un anfiteatro natural, Lastres recibe a sus visitantes con un panel a su entrada en el que se anuncia como “uno de los pueblos más bonitos de España”. De este pueblo marinero destacan las vistas panorámicas del mar y de la costa que se obtienen desde todas sus imponentes cuestas.
Cuidado con las cuestas, porque seguramente te animes a explorar todas sus pequeñas plazoletas y calles empedradas hasta bajar al puerto, pero recuerda que luego hay que volver a subir y, créenos que no es tan fácil. Por suerte, de camino podremos tomar un respiro en alguno de los bares y restaurantes locales con pescado y marisco del día.
Ribadesella
Jamás habrás visto un paisaje como el que se disfruta en Ribadesella. Situada en la pequeña ría que origina la desembocadura del río Sella en el mar, desde este pueblo podremos contemplar la naturaleza asturiana en todo su esplendor, desde los Picos de Europa, los acantilados que la rodean, la impresionante Cueva de Tito Bustillo y playas como las de San Francisco donde disfrutar del sol.
Es como si la naturaleza hubiese querido proteger Asturias construyendo una fortaleza natural de kilómetros de altura y Ribadesella hubiese sido pincelada para concentrar todos sus elementos.
Por si fuera poco, en sus acantilados encontramos huellas de dinosaurios, a lo largo de su paseo marítimo toda una exposición sobre los seres mitológicos de la idiosincrasia asturiana y, a pie de playa, preciosas casas de indianos de más de cien años de antigüedad.
Llanes
Casi en el extremo más oriental de la costa asturiana encontramos esta pequeña localidad marinera, muy visitada durante los meses de verano. Destaca por un pequeño casco histórico en el que encontramos restos de su muralla, una torre del siglo XIII y el palacio de Gastañaga, del siglo XV. Pero, sin duda, Llanes es conocido por los bloques de colores que decoran la entrada de su puerto.
Para nosotros, lo mejor de Llanes es su proximidad a alguna de las mejores playas de Asturias, como la imponente playa de las Cuevas de Mar, en la que el mar ha jugado a su antojo para crear un ambiente de película. Sin olvidarnos de la playa de Gulpiyuri, que nace a más de 100 metros alejada del mar.
Luarca
Hemos dejado para el final la que es conocida como “la villa blanca de la costa verde”. Luarca es, sin duda alguna, uno de los pueblos con más mágicos de todo el litoral asturiano. No sabemos qué nos gusta más, si su casco antiguo, sus cafeterías de época, las increíbles casas de indianos del barrio de Villar o las vistas panorámicas desde lo alto de sus acantilados.
En Luarca es parada obligatoria la capilla de la Atalaya y el puente del beso donde los luarqueses afirman que, en noches de luna llena, todavía se escuchan palabras de amor procedentes del mar.
Subir por sus callejones llenos de escaleras y no saber muy bien dónde termina la acera y empiezan los patios privados de las casas es toda una experiencia. Sobre todo, si nos topamos con algún vecino asombrado por nuestro torpe atrevimiento. Recorre sus calles hacia lo alto y detente allí arriba para disfrutar del atardecer en el Cantábrico o de las mejores vistas de este pequeño pueblo asturiano.
¿Te animas a visitarlos todos? Lo cierto es que queríamos crear nuestro “top-five” de pueblos marineros asturianos, pero nos era imposible escoger entre ellos, ya que cada uno destaca por su belleza particular. Aun así, nos hemos dejado otros menos conocidos y muy auténticos fuera de nuestra lista, por lo que te recomendamos recorrer sin miedo la costa asturiana y descubrirlos por ti mismo. Lo que sí hemos hecho ya para ti es ofrecerte una selección de los mejores alojamientos por Asturias. ¿Con cuál te quedas?